Leer los poemas de Theodoro Elssaca
Leer los poemas de Theodoro Elssaca es una cosa, escucharle a él declamarlos es otra muy diferente. Theodoro te hace vibrar como una copa de vidrio fino. A veces sientes la música de sus palabras en tus entrañas, te devuelven sensaciones olvidadas y, en algunas de sus obras, logra llevarte de la mano a través de la selva amazónica, intrincada, plena de misterio y de vida porque trae hasta los ojos del público los ojos del jaguar, el grito de los monos o los dialectos ignotos, olvidados o a punto de desaparecer, de pueblos aborígenes que aún subsisten en lo más recóndito de aquel corazón verde que tan bien conoce el autor y que, según él mismo contó, a punto estuvo de acabar con su vida. O, sientes el calor en la piel, la dureza del desierto, el paisaje en el que se asientan las grandes pirámides. Los poemas se hacen visuales, auditivos, casi táctiles, los transforma en una película en la que Theodoro es actor, autor y narrador.
Juana
Castillo Escobar. Madrid.
23-Mayo-2015.
2015-09-15 Revista literaria Orizont Literar Contemporan Año VII - Nº 4 (48) - Julio-Agosto 2015 |
2015-09-15 |
Nota.- El pasado martes, día 15 de sepbre. 2015, recibí la revista en la que aparece publicado parte del artículo que escribí con motivo de la estancia de Theodoro Elssaca en Madrid, más que de su estancia, debería de haber escrito de los encuentros culturales que llevó a cabo en la capital.
Daniel Dragomirescu, redactor-jefe de la revista, me pidió noticias de aquel encuentro y es así como le envié el artículo (que aparece completo en este blog). Por motivos de espacio no pudo ser publicado entero pero, Daniel, eligió la parte..., digamos, más poética del artículo y así la hizo aparecer en la publicación.
Artículo
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