Juana Castillo Escobar
Gobernantes corruptos, cual aves de rapiña,
Buscan en el mal llamado Tercer Mundo riqueza infinita.
Pozos de petróleo, diamantes, mano de obra fina
Y barata, y muda, y vencida…
Mano de obra que labora por un plato de comida:
¡No en mi nombre!
Gobernantes corruptos que os aliáis
Para financiar una guerra
Injusta, cruel, inhumana, sangrienta,
En la que tan sólo buscáis
Vuestra complacencia:
¡No en mi nombre!
Malos gobernantes que tras falsas sonrisas
Intentáis cubrir las muertes de inocentes
Y os echáis las manos a la cabeza si son vuestros soldados,
Nuestros soldados, nuestros esposos, nuestros hijos, nuestros hermanos,
Los que han caído y mordido el polvo del camino.
Sus armas están donde no debieron:
¡No en mi nombre!
Y, cuando se levanta el pueblo llano,
El pueblo que no desea la guerra,
Un pueblo cansado de dar la cara
Porque al fin el pueblo es quien siempre paga
Los desmanes de ególatras gobernantes
Que tras un escritorio se parapetan
Y ríen las gracias de otros, y culpan a otros de sus tretas,
Cuando las cosas vienen mal dadas
No son capaces de asumir sus errores, ni sus faltas, ni sus mentiras,
Sólo dicen: la culpa fue de este, del otro que dijo falacias,
De alguien fue la culpa, que no nuestra.
Y la lucha continúa.
Y la muerte recoge los despojos de su siega.
No más guerras en mi nombre.
No más muertes.
No más penas.
¡No en mi nombre
Que estoy en contra de sus guerras!
® - Juana Castillo Escobar
Este poema pertenece al cuaderno casi inédito "Contigo somos tres", y está publicado en: My space; lo leí por radio "Onda Latina" (www.ondalatina.es); publicado en la página Web de la Asociación de Vecinos de Aluche: www.avaluche.con, en Poetas por la Paz y en Poetas del Mundo.
Gobernantes corruptos, cual aves de rapiña,
Buscan en el mal llamado Tercer Mundo riqueza infinita.
Pozos de petróleo, diamantes, mano de obra fina
Y barata, y muda, y vencida…
Mano de obra que labora por un plato de comida:
¡No en mi nombre!
Gobernantes corruptos que os aliáis
Para financiar una guerra
Injusta, cruel, inhumana, sangrienta,
En la que tan sólo buscáis
Vuestra complacencia:
¡No en mi nombre!
Malos gobernantes que tras falsas sonrisas
Intentáis cubrir las muertes de inocentes
Y os echáis las manos a la cabeza si son vuestros soldados,
Nuestros soldados, nuestros esposos, nuestros hijos, nuestros hermanos,
Los que han caído y mordido el polvo del camino.
Sus armas están donde no debieron:
¡No en mi nombre!
Y, cuando se levanta el pueblo llano,
El pueblo que no desea la guerra,
Un pueblo cansado de dar la cara
Porque al fin el pueblo es quien siempre paga
Los desmanes de ególatras gobernantes
Que tras un escritorio se parapetan
Y ríen las gracias de otros, y culpan a otros de sus tretas,
Cuando las cosas vienen mal dadas
No son capaces de asumir sus errores, ni sus faltas, ni sus mentiras,
Sólo dicen: la culpa fue de este, del otro que dijo falacias,
De alguien fue la culpa, que no nuestra.
Y la lucha continúa.
Y la muerte recoge los despojos de su siega.
No más guerras en mi nombre.
No más muertes.
No más penas.
¡No en mi nombre
Que estoy en contra de sus guerras!
® - Juana Castillo Escobar
Este poema pertenece al cuaderno casi inédito "Contigo somos tres", y está publicado en: My space; lo leí por radio "Onda Latina" (www.ondalatina.es); publicado en la página Web de la Asociación de Vecinos de Aluche: www.avaluche.con, en Poetas por la Paz y en Poetas del Mundo.
Domingo de Resurrección, 11de Abril de 2004