viernes, 13 de marzo de 2009

Un soneto divertido para un feliz fin de semana

A una pelusa
Juana Castillo Escobar
®


Érase un hombre a una pelusa ligado,
érase una pelusa superlativa;
érase una pelusa mogollón y esquiva;
érase un pelusón muy abullonado.

Era un montón casi soterrado,
érase una fauna primitiva;
érase un elefante boca arriba,
era Bernabé Pertierra apelusado.

Érase pelusa de un rebaño entera,
érase el cargamento de una galera;
miles de rebaños de ovinos era.

érase una pelusa infinita,
muchísima pelusa, pelusa tan fiera,
que de la casa de Román su morada hiciera.

________
Casi parafraseando a Quevedo - 17-XI-05.
Este poema pertenece al cuaderno: "Poemas dedicados".

5 comentarios:

Anónimo dijo...

Creo haber visto a esa pelusa que describes por mi pasillo...
Un beso..isa

Anauj dijo...

Lo cierto es que esta pelusa tiene historia, que ya te contaré en otro momento.
También en casa, de vez en cuando, las pelusas campan a sus anchas; ahora, eso sí, tenemos un pacto de no agresión.
Un beso, Juani.

Anónimo dijo...

¿Su autor es Quevedo, verdad?

Anauj dijo...

Quevedo fue el autor de "A una nariz": "Érase un hombre a una nariz pegado...".
Este poema que dediqué "A una pelusa" es mío, Juana Castillo Escobar, dueña de este blog y del poema que registré en Madrid hace más de siete años.

Anauj dijo...

A este comentarista anónimo le digo, el poema de Quevedo va dirigido "A una nariz": "Érase un hombre a una nariz pegado..."
Este, "A una pelusa" es mío, de mi cosecha particular: Juana Castillo Escobar, dueña de este blog y, como digo, del poema que registré en Madrid hará unos siete años.

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