Juan-José Ayuso |
Un amigo más, otro compañero de letras y de las tertulias de los lunes nos dejó el pasado fin de semana... Y, este 25 de febrero, durante el XLI "Lunes poético", se le rendirá un merecido homenaje.
No asistiré por motivos personales, pero seguro que leeré alguno de sus poemas en la distancia.
A Juan José Ayuso
El 25 de febrero se celebró el LXI
“Lunes Poético” coordinado por Félix
Martín Franco. Un
lunes que me perdí, no sólo como participante, sino también como público, un
público que goza con los trabajos del resto de poetas, compañeros y amigos.
Otro
lunes que estuvo, al igual que el de enero, empañado por la sombra de la
muerte. Un lunes más dedicado a la memoria de un poeta que nos dejó el pasado día 16: Juan José Ayuso. Un
nuevo adiós, otra despedida, otro golpe a este grupo de locos poetas (que no de poetas locos).
Lo
sentí mucho, era un hombre joven, agradable, me gustaba escuchar sus poemas y,
sobre todo, me admiraba, cuando salía a leer, su maestría cada vez que posaba
sus ojos sobre la pantalla del teléfono móvil porque Juanjo (espero que no importe la familiaridad) era un experto en
leer sus obras no directamente sobre un libro o un folio, sino sobre esa
pantalla pequeña del móvil, sin saltarse un renglón, sin perderse, era –como
dice de él Félix M. F.- el “poeta cibernético” del grupo.
Lo
conocí poco. Es más, creo que nunca cruzamos una palabra entre nosotros, salvo los "holas / adiós" y las que se nos escapaban de la boca durante nuestras respectivas lecturas. No
sé cuáles serían sus pensamientos, ni opiniones, sobre mis escritos, jamás lo sabré…
En
cambio, yo aún estoy a tiempo y puedo decir de él lo que pienso, porque sus
poemas lo dicen todo: se trataba de un hombre comprometido, hablan
de situaciones y sentimientos intensos, humanos…
Era alguien a quien recuerdo
con una sonrisa en los labios, una sonrisa que jamás me hubiera llevado a
pensar en este triste y, para mí, repentino e inesperado final. Pero, parece
ser, llevaba meses enfermo, en lucha contra un tumor que, al final, lo ha
vencido. ¡Maldita enfermedad!
No
me quedan palabras salvo decir que fue un placer conocerte, escucharte y formar
parte de este grupo poético gracias al cual coincidimos y supe de tu obra y
persona.
Descansa
en paz, amigo.
Juana Castillo
Escobar
Madrid, 27 de
febrero de 2019 – 12,23 p.m.
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